Arado y literatura, trabajo y cultura. Las bibliotecas judías en los asentamientos rurales en las provincias de Chaco, Santiago del Estero, Río Negro y La Pampa (1900-1960)
Fuente: Información, Cultura y Sociedad /41, (diciembre 2019). (Reseñado por el equipo del Portal).
La historia y el papel de las bibliotecas fundadas en asentamientos rurales judíos en varias provincias argentinas (Chaco, Santiago del Estero, Río Negro y La Pampa) a partir de fines del siglo XIX, se indagó en este estudio en base a memorias de colonos escritas en castellano.
Función sociocultural
Los testimonios consultados evidenciaron que la función que cumplían estas bibliotecas trascendía el del tradicional préstamo de libros.
Estas fungían, generalmente, también como centros educativos, culturales y sociales. El abanico de actividades era muy amplio: desde bailes, hasta tertulias intelectuales y debates políticos entre activistas sociales de diferentes ideologías.
Este espacio les ofrecía a los inmigrantes, devenidos en las nuevas tierras en agricultores, un punto de encuentro para interactuar, al final de arduas jornadas de trabajo, con sus vecinos.
En muchos casos las bibliotecas se creaban con el apoyo de la Jewish Colonization Association (JCA, Asociación Judía de la Colonización), del Fondo Barón de Hirsch, que financió el establecimiento de muchas de las colonias judías.
En un principio, la iniciativa reunía fundamentalmente libros en idish, ruso o polaco, muchas veces provenientes del acervo particular de los habitantes. Con el correr del tiempo, y a medida de que las nuevas generaciones se iban integrando al país, fue creciendo la demanda de libros en español.
También la prensa tuvo un lugar destacado en estos repositorios, mediante publicaciones de los países de origen, así como nacionales e incluso se mencionan algunos emprendimientos de periódicos locales.
Mantener viva la memoria
Posteriormente, cuando los jóvenes finalmente abandonaron las colonias, las bibliotecas fueron desapareciendo y con ellas, muchos de los archivos con los registros de socios, patrocinadores, etc. lo que dificulta la investigación histórica. En la mayoría de los casos, los libros fueron donados a bibliotecas públicas de los alrededores.
Este es el motivo por el que la reconstrucción de la historia de vida de estas instituciones culturales, tal como se expuso en esta comunicación, es parcial y sustentado en fuentes limitadas.
Especial atención se brindó a uno de los recuerdos citados, proporcionado por el reconocido escritor judío Isaac Bashevis Singer, laureado con el premio Nobel (1978), en su cuento: La colonia, inspirado en su visita a la Argentina en el año 1957.
En este relato Singer dejó plasmado su emotivo encuentro, cuando llegó a una de las colonias como conferenciante, con libros en idish, que encontró apilados en un barril.
Las bibliotecas, sostuvo la investigadora, «les daban un sentido de pertenencia en torno a un mismo origen», afianzando el deseo de los colonos de preservar y transmitir a las nuevas generaciones las «tradiciones, costumbres e ideologías».
Al destacar el aporte de los inmigrantes a la sociedad que les dio acogida, a través de las bibliotecas así como de otras instituciones comunitarias, se mencionaron, entre otros, a los escritores Alberto Gerchunoff, Samuel Eichelbaum.
El artículo cierra con la expresión de su propósito, mantener viva la memoria de aquellos inmigrantes, que «fueron portadores de una historia y productores de un legado», evitando que pasen al olvido.