Gracias por hacerme mujer: el mensaje feminista del Nuevo Museo del Pueblo Judío
Fuente: Museo ANU
El Museo del Pueblo Judío, situado en el campus de la Universidad de Tel Aviv (Israel), conocido hasta ahora por su nombre en hebreo Beit Hatfusot (Casa de la Diáspora), reabrió recientemente sus puertas, después de un largo proceso de reprogramación y remodelación, bajo el nombre de ANU (del hebreo, nosotros).
En este artículo se expone que este renacer de la prestigiosa institución dio a luz una faceta nueva cuya principal diferencia con la anterior es su naturaleza multifacética. Esta nueva perspectiva dejó atrás la mirada de sus fundadores, a quienes se aludió en este artículo, desde un enfoque crítico, caracterizándolos como «Todos hombres, (…) todos de ascendencia ashkenazí» (…) y todos devotos creyentes de la vieja historia judía».
Si bien se destacó que el prisma original sobre el que se sustentaba la narrativa histórica «invitaba a la reflexión» –desde los muros del museo–, este relato se definió como «pesado, didáctico y principalmente dicotómico», señalando que el itinerario iba «de la destrucción a la resurrección; de la Diáspora a la liberación, de la congoja a la alegría».
El nuevo ANU abarca 7.000 metros cuadrados e incluye todo tipo de accesorios originales; películas creadas especialmente para su exhibición en este ilustre recinto; exposiciones de índole interactiva y novedosa, y demás.
La mujer judía
Un peculiar aspecto de esta nueva mirada de la historia judía «que enfatiza el común denominador, sin borrar lo individual» y sobre todo da lugar a diferentes perspectivas, desde una voz que se definió como polifónica, radica en la reubicación de la mujer en el camino transitado por la cultura judía, hecho que lo singulariza respecto a instituciones semejantes.
El nuevo abordaje del quehacer de la mujer judía –que estuvo a cargo de la Dra. Orit Shajam Gover, curadora general del Museo– resultó dificultoso debido a la relativamente insuficiente documentación y al predominio absoluto de la mirada masculina en los escasos testimonios existentes sobre esta temática.
Por este motivo, en este contexto, el autor recurrió al término hebreo judeo-cabalista de “tikún”, (corrección) para describir el amplio alcance que tienen las narrativas femeninas en la nueva versión del museo, que evidencian historias personales relacionadas con la ruptura del conocido «techo de cristal».
Entre las muchos relatos de vida de mujeres que dejaron su sello en el transcurso de la historia que albergan las actuales instalaciones museológicas figuran: la científica Rita Levy Montalcini y la escritora Nadine Gordimer, ambas laureadas con el Premio Nobel; sindicalistas estadounidenses (Clara Limlich y Emma Goldman); mujeres judías de países islámicos, protagonistas de una investigación de la Profesora Henriette Dahan Kelev, fundadora del Programa de Estudios de Género en la Universidad de Beer Sheva; artistas de diferentes áreas (teatro, música, literatura, etc.); empresarias y muchas más.