La autobiografía lingüística de una profesora de español como lengua adicional, en la que se reflejan sus vivencias, sentimientos, percepciones, creencias y experiencias, se analizó en relación a los idiomas que habla, fundamentalmente, español, hebreo e inglés. El método biográfico-narrativo se utilizó también como estrategia de autorreflexión, para abordar el desarrollo de la competencia cultural de la docente. Nacida en Venezuela, su historia de vida incluye su experiencia como migrante en Israel y en Estados Unidos. Su identidad lingüística refleja la intersección de las lenguas que domina y los saberes culturales que se desprende de cada una, representando «patrones comunicativos y también pilares afectivos».