Las relaciones entre los israelíes radicados en México y los miembros de la comunidad judía local se analizaron en esta aportación desde un enfoque crítico, a partir del constructo de convivialidad. Dado que la ideología sionista e Israel representan ejes centrales en la comunidad judeomexicana, esta representa un «polo de atracción» para migrantes israelíes. No obstante, esta condición no implica necesariamente una postura incluyente. La decisión de israelíes de permanecer en México, no está asociada a su integración a la comunidad judía. Se cuestionó en qué medida nuevas prácticas cotidianas pueden generar la convivialidad necesaria para construir una comunidad sustentada en la empatía y la aceptación de las diferencias.