El título de este artículo se desprende de la singular organización de la comunidad judía de México a partir de los lugares de origen de los inmigrantes que llegaron al país en la primera mitad del siglo XX. Se revisaron los precedentes históricos y los rasgos característicos de la actual comunidad, destacando su alto grado de cohesión; una red escolar que incluye a casi todos los niños en edad escolar y un muy bajo porcentaje de matrimonios exogámicos. Además, se resaltó el alcance de la organización comunitaria: educación, religión, cultura y demás. Paralelamente, se subrayó el fuerte arraigo a la sociedad mexicana.