El interrogante acerca de la condición de «eco-friendly» del pueblo judío se respondió sobre la base de preceptos religiosos; fuentes bíblicas; calendario hebreo; costumbres, pensadores sionistas y demás, a la luz del reconocido estatus de pionero del Estado de Israel en lo que atañe a la agricultura y a los recursos hídricos. Partiendo del vínculo del hombre con la tierra tal se refleja en el Antiguo Testamento, se aludió a preceptos bíblicos así como al pensamiento sionista que promovió el contacto con la naturaleza en el contexto de poblaciones agrícolas así como el desarrollo de iniciativas innovadoras, algunas de las cuales tuvieron alcance mundial.