Haciendo a un lado el creciente protagonismo que vienen sumando las nuevas tecnologías en el ámbito educativo, se planteó la vigencia y el significativo impacto del teatro en su calidad de recurso didáctico clásico al servicio de la adquisición de una lengua adicional. Las experiencias a las que se aludió se llevaron a cabo en la Universidad de Granada (España) y contaron con la participación de estudiantes de hebreo y ladino (llamado también judeoespañol o sefardí). La enseñanza de un idioma mediante las técnicas teatrales articula con la dimensión cultural, las maneras de comunicarse, la personalidad del alumno y la «construcción de un conocimiento intercultural».