Fuente: AMIA Espacio Virtual VHH
En el marco del Ciclo de Conferencias: Encuentro entre Encuentros: Educación en tiempos de Coronavirus: Desafíos y Oportunidades que tuvo lugar en modalidad virtual el 20 y 21 de julio 2020, bajo la organización conjunta de AMIA, UNITED y la OSM (Organización Sionista Mundial), el Rab. Zvi Elon disertó, en castellano y desde Israel, sobre ¿Cómo se dice crisis en hebreo? Una enseñanza para la vida.
Crisis y oportunidad
Bajo el enfoque de la filosofía del lenguaje, planteó el Rab. Elon que el idioma no se usa solamente para transmitir una información entre dos personas sino que su alcance es mayor, destacando que en hebreo la esencia de las palabras se refleja en su raíz (shoresh), constituida generalmente por tres letras.
Los diferentes significados del vocablo crisis en hebreo (mashber) se analizaron asociándolos tanto a los conceptos de crisis y ruptura, como a los de nacimiento y construcción.
Al aludir a la pandemia del COVID-19 el conferenciante sugirió observar las circunstancias actuales desde una mirada más amplia para poder percibir que la «crisis es una oportunidad».
Por otro lado, aclaró que desde este prisma no argumenta que «está todo bien» sino todo lo contrario: plantea tomar consciencia de las dificultades y de los desafíos implícitos pero frente a ellos, adoptar una actitud pragmática que incluya tanto el análisis de la situación desde toda perspectiva, sanitaria, económica, educativa, y familiar, como el reconocimiento de la importancia de no perder la esperanza.
La palabra mashber, afirmó el Rab. Elon –a diferencia de la palabra crisis que implica una caída– encierra un mensaje de fe y de esperanza, interpretando que el mundo avanza hacia la luz.
El rol del educador
Respondiendo a la consulta sobre cómo se puede desasociar la crisis actual de la sensación de desesperanza, el ponente sugirió, guiado por principios filosóficos generales y del judaísmo en particular, utilizar como primera medida un lenguaje positivo dada la gran influencia que ejerce el lenguaje en los seres humanos.
Al hacer referencia al rol del educador (mejanej) lo definió como uno de los más difíciles porque «nos exige todas las fuerzas. Es una shlijut (misión). Ser moré (maestro) no es fácil. No solo en días de Coronavirus». Asimismo, para que cada educador se reencuentre con su propia motivación propuso que en lugar de aferrarse a la labor rutinaria se pregunte a sí mismo ¿por qué elegí esta profesión?
Por último, recomendó dialogar: «Vale la pena hablar unos con otros. Cuando uno habla con el otro puede darle muchas fuerzas».
Karina Gorenstein, moderadora del encuentro, mencionó las nuevas pedagogías emergentes: «pedagogías del compromiso, de la oportunidad y (…) del encuentro» y cerró con la sugerencia de preguntarse: «¿cuál es la verdadera oportunidad, no solo para uno mismo sino, ampliando un poco el círculo para mi institución y para mi comunidad».
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