Fuente: Naveira, G. (24 de diciembre 2020). Poco ortodoxa - . La rabina que revolucionó a la comunidad masortí. La Nación. (Reseñado por el equipo del Portal).
«En una mano tengo la Torá y en la otra el diario», afirmó la rabina argentina Sarina Vitas en esta entrevista, sintetizando con esta frase la esencia del Movimiento Conservardor (Masortí) –creado a mediados del siglo 19 como alternativa frente a las otras dos opciones de corrientes religiosas: ortodoxa y reformista.
La cristalización de este enfoque se traduce en la realidad en el apego a los rituales religiosos por un lado y el interactuar con el entorno.
Vitas fue una de las primeras mujeres que se formaron como rabinas en el Seminario Rabínico Latinoamericano, fundado por el legendario rabino estadounidense Marshall Meyer, quien introdujo «la conciencia en torno a los derechos humanos (…) haciendo converger la impronta de ser judío con lo social». A este proceso prosiguió un año de estudios en Jerusalén en donde se graduó como rabina. «Pude demostrar que se puede construir arriba de los techos de cristal», agregó.
Su carrera rabínica despuntó al convertirse, a los 35 años, en «la primera mujer en estar al frente de una comunidad masortit en Latinoamérica», al asumir el cargo de rabina de la comunidad judía conservadora de la ciudad de Paraná (Entre Ríos, Argentina), que ejerció durante cinco años. El destacado lugar que ocupa esta comunidad en la provincia argentina de Entre Ríos y su activo quehacer, que trascendió el ámbito de la sinagoga, transformó a Vitas en «símbolo de renovación y apertura».
Si bien su llegada causó recelo en gran parte de los miembros de la comunidad, «finalmente se le corrió el velo del género. Pudieron entender que el liderazgo rabínico pasa por las enseñanzas, por la guía, por la contención y la compañía». Para estas facetas del rol, Vitas considera que las mujeres aportan «un valor agregado que tiene que ver con «la sensibilidad, con lo maternal».
El próximo paso de Vitas, que había concurrido a la escuela primaria de la comunidad de Bet-El, fundada por Meyer, fue integrar el equipo rabínico de la comunidad Beit Hilel.
En el año 2018 Vitas fue consagrada con el premio Rabbi Mordechai Waxman Rabbinic Leadership Award –distinguida mención que otorga anualmente el Movimiento Conservador mundial Masortí Olamí– a raíz de su trabajo comunitario en la «Fundación Tikunea (un comedor solidario perteneciente a la Comunidad Educativa Weitzman») entre otros ámbitos.
Impacto de la pandemia
Entre los muchos cambios que trajo aparejados la pandemia global del COVID-19 la innovadora entrevistada mencionó los relacionados con los servicios religiosos virtuales. «Hoy, las comunidades tienen todas sus clases y servicios religiosos grabados online. A muchos les vino bien» argumentó, aludiendo al hecho de que las nuevas plataformas propiciaron un incremento en el número de participantes en los diferentes rituales.
Liderazgo femenino
En cuanto a la dificultad que persiste en algunos sectores comunitarios de admitir que mujeres puedan desempeñarse como rabinas Vitas sostuvo: «(…) me parece necesario entender que, dentro de los mismos textos que todos leemos (…) existe una puerta abierta para que esto se genere». Y finalmente, dando su bienvenida al liderazgo femenino, acotó: «¿Por qué me van a dejar afuera de todo esto que vivo, que siento, que amo, que hace vibrar mi ser? ¿Simplemente por ser mujer?».
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Ciclo de conferencias de la rabina Sarina Vitas:
De mujer a mujer – AMIJAI
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Ferrer, L. (14 de julio 2019). Historias de líderes religiosas en la comunidad judía argentina. Rabinas. Página 12.